LA GACETA consultó a teatristas independientes y a funcionarios provinciales y nacionales para dar cuenta sobre el estado de las artes escénicas. Aunque no coinciden en las cifras, todos hablan de una producción prolífica.
OSCAR ZAMORA
Una actividad necesaria
“El Teatro, así como las demás artes escénicas, ya fuere concebido como entretenimiento, medio de comunicación, reflejo de la realidad o acción transformadora de la misma, ilusión, sueño o catarsis, es fundamentalmente percibido por todas las civilizaciones en el transcurso de la historia como necesario”, asegura Oscar Zamora, director de Teatro del Ente Cultural.
El funcionario cuenta que en esta provincia, el Gobierno imputó en 2013 cerca de $800.000 al 99% de las solicitudes presentadas. “Treinta años de la carrera de teatro, 55 años del Elenco Estable, un promedio de 50 producciones anuales desde hace una década, dos leyes en apoyo a la actividad, cinco salas oficiales, la pronta apertura del Cine Teatro Mercedes Sosa, 15 espacios independientes, 10 Casas del Bicentenario en toda la provincia, 105 grupos y más de 500 artistas censados, dan cuenta de que en Tucumán la actividad teatral no sólo sigue levantando el telón, sino que lucha fervientemente por lograrlo”, precisó Zamora. El actor y funcionario contó que la producción local es reconocida como una de las más importantes del país, y que tanto los elencos independientes como el Teatro Estable y la Licenciatura de Teatro de la UNT “son las fuentes y a la vez, herederos del patrimonio cultural”.
JOSÉ RAMAYO
Crece el público y se estrenan 50 obras
“En Tucumán se estrenan alrededor de 50 obras al año, y hay un público de teatro que se concentra en esta ciudad; pero también otro, cautivo, que nunca fue al teatro (en el interior), pero esto porque siempre apuntamos al teatro dentro de las cuatro avenidas, y nos olvidamos de que la cultura es un derecho de los ciudadanos”, destaca José Ramayo, delegado del Instituto Nacional del Teatro (INT). “De acuerdo con los registros que tenemos (de las fiestas provinciales, del circuito nacional de teatro y de las giras provinciales), podemos decir que este público se va incrementado año a año”, agrega. Cuando se le pregunta sobre los números, el funcionario aclara que el INT no gasta dinero: “devuelve el aporte que hacen los contribuyentes, que son los únicos beneficiarios”. Para fomentar y desarrollar la actividad se destinó a la provincia, durante 2013, $1.4 millón en subsidios para producción de obras, giras, eventos, publicaciones, becas, investigaciones, asistencia técnica y planes políticos de la representación. Y en subsidios para mantenimientos de salas, equipamientos y adecuación, $735.000. Ramayo recuerda que el año pasado se inscribieron para participar de la Fiesta Provincial del Teatro 33 obras, de las cuales el 95% se había estrenado durante 2013.
PABLO GIGENA
Jugando en serio a ser dioses y a crear
“El teatro independiente es una especie de ensayo de humanidad, la gente -la sociedad entera- prueba y se prueba en el teatro, el publico ensaya su rol de público, intenta conflictuarse o regodearse en los sentimientos, pensamientos y situaciones de las obras”, define Pablo Gigena, actor y director del grupo La Vorágine. “En definitiva, el teatro demuestra las capacidades sensitivas e intelectuales que tiena una sociedad”, añade. “Elegí el teatro porque creo en el artista total, creo que todo ser humano es un artista total, tiene ese potencial, y el teatro engloba literatura, poesía, música, danza, artes visuales, expresiones que me estimulan, excitan y emocionan. Lo elijo además porque permite el juego y brinda posibilidades de desarrollar lo lúdico y lo creativo, es decir, volvernos más inteligentes y sensibles y abiertos. El teatro es jugar en serio a crear, a jugar a ser dioses”, señala. Más adelante reflexiona: “El teatro me ha ido construyendo, él me ha hecho a mi más de lo que yo lo he hecho a él”, dice. Y en relación al teatro independiente, responde con dureza: “como siempre, en lucha, con gente libre y gente vendida; con leyes de teatro secuestradas por estos gobiernos autoritarios y enemigos de la cultura popular. Pero eso cambiará en breve”, avizora.
TERESITA GUARDIA
Grandes tragedias y desopilantes relatos
Teresita Guardia lleva décadas en la actividad. Fundadora de La Sodería (en Villa 9 de Julio), es también gestora cultural y responsable del Festival Víctor García. “La vida nos eligió de ese modo”, responde, cuando se le pregunta por qué optó por esa manera de vivir: entre escenarios, textos y salas. Y reserva una reflexiva frase cuando tiene contestar sobre qué es el teatro: “es la papelera de reciclaje de la humanidad, con la posibilidad de restaurar lo esencial, revivir y reavivar los sueños”. “En el teatro tenemos las más grandes tragedias y las más desopilantes historias, que tienen verdad, amor y belleza, incluso en el llamado teatro de la crueldad”, sostiene. Está convencida que como toda creación artística, “si modifica un individuo, modifica la sociedad”. Guardia reseña que en esta provincia, más de 150 años de teatro revelan un prolífica producción y una asidua concurrencia de público. “Los magros apoyos de las leyes de fomento al teatro, nacional y provincial (esta última con seria dificultades de aplicación por parte de las autoridades), coadyuvan a aumentar la cantidad, calidad y circulación de las obras. Hay más de 80 grupos, 1.000 teatristas, cerca de 50 estrenos anuales y 20 salas independientes que producen un patrimonio tangible e intangible de más de $ 5 millones anuales”, asegura.